miércoles, 20 de abril de 2016

Leches vegetales: avena y girasol.


Las leches vegetales se han vuelto una opción saludable para aquellos que son intolerantes a la lactosa (cada vez hay más personas), quienes deseen modificar su alimentación optando por alimentos reducidos en grasas y ricos en fibra, así como por veganos y vegetarianos. Sea cual sea el caso, las leches vegetales son deliciosas y muy fáciles de hacer; además se caracterizan por ser beneficiosas a nuestro organismo, ayudando en la digestión y aportando muchos nutrientes.
En otra entrada ya había presentado la leche de coco (para mí de las más ricas), en esta ocasión les traigo la leche de avena y la leche de semillas de girasol. Ambas dos no sólo se caracterizan por ser ricas y saludables, sino que a su vez son bien económicas, así que ganamos en varios sentidos ;).

Manos a la obra!

+LECHE DE AVENA.

Esta leche puede ser consumida tanto fría como caliente; también puede utilizarse como sustituto de la leche en varias cocciones: cremas, salsas, postres, etc. 
Dentro de sus propiedades se destaca su alto contenido en fibra ayudando de esta manera a controlar el colesterol, prevenir el estreñimiento e ideal para personas con riesgos de enfermedades cardiovasculares, o aquellos que quieren perder peso (contiene azúcares lentos estimulando así a una mejor actividad del páncreas y de la glándula tiroidea). También se caracteriza por ser muy digestiva.
Es rica en vitamina B (asociada a la calma y la tranquilidad) aportando al cuidado y protección del Sistema Nervioso Central.
Se recomienda incluirla en los desayunos pues proporciona una buena cuota de energía. En caso de tener diabetes incorporar la leche de avena en los desayunos hará que se pueda regular y controlar mucho más los niveles de azúcar en sangre, proporcionando una mejor digestión (el almidón que contiene ayuda a mejorar la digestión en general, controlando así los niveles de glicemia).
El consumo de leche de avena aporta cerca de 8 aminoácidos básicos que son fuente de energía y proteínas haciendo que puedan llegar a generarse nuevos tejidos en el cuerpo.
Hay quienes plantean a su vez que consumir leche de avena en la mañana tiene propiedades contra el cáncer, reduciendo en este caso la posibilidad de contraer cáncer de colon o mama en un 10%.
Otro beneficio es que al contener ácidos de omega 3, ayuda a cuidar el corazón, aportando a que el colesterol "malo" se reduzca.

Para realizarla vamos a necesitar:

-1 taza de avena laminada.
-Agua para remojar.
-3 tazas de agua para prepararla.

La noche anterior a prepararla la dejamos en un cuenco cubierta de agua. Luego la colamos y la ponemos en la licuadora junto a las 3 tazas de agua; licuar dos minutos. Colar con colador de red o con malla. 
Es una leche que tiende a quedar bien espesa, por lo cual si queremos que quede un poco más líquida pondremos menos cantidad de avena y más agua.
Para endulzarla recomiendo vainilla y stevia, se pueden usar otros endulzantes. Es importante endulzarla a la hora de beber, ya que por ser una leche vegetal sin conservantes tiende a durar poco en la heladera (dos días o un poco más), pero si la guardamos ya endulzada acortamos más dichos plazos. 


+LECHE DE GIRASOL.

La leche de girasol también es muy saludable y se destaca por su contenido en minerales tales como el calcio, potasio, magnesio y fósforo, así como también vitamina E. Aporta proteínas y grasas saludables, dichos ácidos grasos colaboran con la reducción de la enfermedades cardiovasculares. Por su contenido en magnesio y fósforo, favorece un óptimo funcionamiento cerebral. Gracias a su contenido en calcio es útil para niños, embarazadas, deportistas y personas con osteoporosis.


Para prepararla vamos a necesitar:

-1 taza de girasol sin piel.
-Agua para remojar.
-3 tazas de agua para prepararla.

En un cuenco se ponen a remojar las semillas cubiertas de agua, como mínimo deben dejarse dos horas o hasta que veamos que comienzan a abrirse, la mejor opción es dejarlas toda la noche en remojo. Cuando estén listas las escurrimos, las colocamos en una licuadora y le agregamos las 3 tazas de agua. Licuar por dos minutos y colar. La pasta de semilla que queda puede utilizarse para hacer una mayonesa de girasol, mixeandola con cebolla, aceite, sal y un poco de limón.
Es recomendable endulzar con azúcar y vainilla, y sucede lo mismo que con las demás leches vegetales en cuanto a su almacenamiento. Es una leche suave, y si se desea más ligera aún se le puede agregar más agua a la hora de prepararla.

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